El día de su ejecución, esas palabras, las últimas que pronunció Gol D. Roger antes de morir, lanzaron ríos de hombre a la mar. Todos ellos en busca del legendario tesoro del Rey de los Piratas, el único hombre que había llegado hasta el final de la Grand Line. El nacimiento de una época dorada para la piratería, todo ello por la incesante búsqueda del legendario One Piece. Pero ya han pasado 20 años desde que el mundo contempló cómo moría el mayor pirata conocido y desde entonces, nadie se ha acercado siquiera a su tesoro. El Gobierno Mundial y la Marina, armados con una voluntad de hierro, se encargaron de perseguir y capturar a las nuevas generaciones de piratas mientras sofocaban los cada vez más peligrosos movimiento revolucionarios. Mientras tanto, los Yonko, los piratas más poderosos del mundo seguían enfrascados en sus propias guerras internas y contra las fuerzas del orden, lo que provocó una extraña situación de calma que perduró durante años... Hasta hace apenas un año, para ser más exactos. Tras ser traicionado por sus propios aliados, Silvers "Barbaplateada" Rayleigh, quién era considerado por muchos cómo el pirata más poderoso del mundo, fue asesinado por su mayor rival, el también Yonko Alexey "Puño de Hierro" Ivanov. En su lecho de muerte, el hombre que había sido el segundo de abordo del Rey de los Piratas, emuló a su antiguo capitán, pronunciando unas palabras que también se extenderían cómo la pólvora a lo largo y ancho del mundo.

Y así, los mares se han llenado de nuevo de Jolly Rogers. Oleadas de nuevos piratas parten en busca del One Piece mientras el Gobierno se ve desbordado por el incremento de la actividad rebelde y la aparición de una Nueva Generación al mismo tiempo que la guerra entre los Yonko y la Marina para ocupar la posición dejada por el mítico Barbaplateada se recrudece a cada día que pasa.